La Injusticia de la Vida

Este es un texto que escribí más o menos en octubre del año pasado. Hoy lo comparto con ustedes:


Que difícil es escribir, durante mucho tiempo tengo ideas en la cabeza que no se quieren volcar ni al papel ni a la pantalla de mi pc, pareciera que solamente disfrutan atormentándome, que se sienten cómodas siendo solo mías y no quieren ser compartidas con los demás, de a poco quiero ir largándolas aunque sea a modo de catarsis, una forma de descargarme, no pretendo que me entiendan, que compartan mis ideas, ni que se interesen por lo que tengo que decir, solamente quiero sacar toda la porquería que tengo encima, quizás así de una vez por toda pueda limpiar mi conciencia y dormir en paz. Voy a aprovechar este momento de inspiración que conseguí en el bondi volviendo de la facultad, como dije antes, si lo quieren leer o no, no me importa la cosa es que pude expresarme y eso es parte de la solución al problema de pensar.

Lo que me lleva a escribir estos párrafos es una frase que escuche de un imitador de Charly García hablando de la muerte de la negra Sosa, no es porque me entristezca la muerte de la señora o porque sea relevante par a mí, sino que la frase fue lo que saco pensamientos míos que tenia a flor de piel últimamente. La frase decía algo así “que injusta que es la vida quedan los malos y se van los buenos, o tal vez que injusta que es la muerte”. No es una gran frase, es un claro latiguillo de un funeral, cada vez que se muere alguien famoso todo el mundo lo dice, siempre son los buenos los que se mueren, o eso es lo que pareciera, la realidad es que los malos también mueren, pero son los que más duran en este mundo. Esto fue lo que me saco 2 dudas existenciales, de esas que todos nos hacemos y nunca vamos a recibir respuesta, qué es la vida y qué es la muerte.

Anteriormente escribí un par de párrafos con aire de filosofo sobre lo que es mi opinión de lo que es la vida, pero lo que nunca plantee fue el hecho de esa frase tan trillada que es “la vida es injusta”. Es algo realmente interesante, a que nos referimos con vida y a que nos referimos con justicia, quizás lo que es justo para uno es injusto para otros, lamentablemente ese “quizás” implica el punto de vista. Pero seamos sinceros, si dejamos de lado la filosofía, la vida solamente es el periodo de tiempo desde que empezamos a tener conciencia hasta que la perdemos, y la vida en promedio no es justa, no es justo que la mayoría de las riquezas del mundo la tengan la minoría de la población, no es justo que los que hicieron votos de pobreza estén sentados en tronos de oro mientras que en África la gente se muere de hambre. Esto nos hace pensar si realmente existe la justicia, y si existe, ¿dónde está? Quizás la respuesta a esa pregunta este en otro concepto, en el concepto de muerte. Ahora, ¿qué es la muerte? ¿Es la cesación de la vida o es la entrada a una nueva? ¿Hay algo después de la muerte? Lamentablemente mi punto de vista escéptico me impide buscar el consuelo en la metafísica. Cuando uno muere se acabo todo, ya no hay mas Yo, o por lo menos no tengo pruebas de lo contrario, el cuerpo físico, el pensamiento ya no existen. Pero a pesar de todo hay algo después de la muerte, hay una vida. Pero no es la que percibimos, sino la que percibieron los demás, uno no muere del todo mientras todavía haya gente que lo recuerde, uno siempre va a vivir en el corazón de aquellos que le importaron o que les importo. Por eso uno tiene ese instinto de dejar una huella en el mundo, para evitar la extinción. Mientras haya alguien que te recuerde no vas a morir, “pienso luego existo”, mientras mi pensamiento siga vivo yo voy a seguir viviendo en otro cuerpo.

Bajo esa premisa me gustaría vivir, que la muerte no implica la desaparición, sino la transferencia, somos energía y la energía no desaparece, se traslada. Pero esa es una visión egoísta, eso resolvería el problema del Yo. Qué pasa con los que quedan, para ellos solamente somos recuerdos, y cada vez más lejanos. Por eso se plante al pregunta si la vida es injusta o que la muerte es injusta, ¿por qué la muerte nos priva de gente buena y nos deja la gente mala? ¿Por qué se tuvo que morir? La respuesta a eso todos la sabemos, la vida no es eterna, tarde o temprano todos morimos, y de ahí otra pregunta ¿por qué entonces se fue temprano? ¿Es realmente justo que una persona muera joven? Desde el punto de vista del Yo es injusto, nadie quiere perder a los seres queridos, es sufrimiento, es tristeza, es miedo al olvido y a la verdadera muerte. Desde el punto de vista del que muere podría decir que es distinto, volviendo al tema de si la vida es justa o injusta solamente puedo decir que no se, como dije antes para unos es justa, pero para otros no. Pero si puedo decir que la muerte es justa independientemente de la justicia de la vida. Si la vida es injusta, la muerte termina con esa injusticia, dejas de vivir de una forma que no mereces; ahora, si la vida es justa, te morís porque te llego la hora, es justo que tu vida termine de esa forma, no podes reclamarle nada a la muerte. A lo que voy, quizás la muerte no sea un castigo, sino una retribución, quizás el castigo sea la vida, quizás si estemos pagando algo de otras vidas pasadas y en la próxima vamos a tener nuestra retribución o nuestro reinicio, la verdad que nadie sabe. Pero si queremos estar tranquilos con nuestra conciencia, si quiero estar tranquilo con mi conciencia DEBO pensar en esto: la vida es injusta y la muerte es justa.

Cada uno es la suma de decisiones pasadas, hay que pensar que entonces que las decisiones que hoy tomemos significaran algo para el mañana, para la vida de los demás. Dejar el egoísmo, dejar de tener como protagonistas el yo del hoy y pensar un poco más en el ellos de mañana. Ya que la vida no es justa con todos, nosotros si lo seamos, empecemos a eliminar la palabra injusticia de nuestro vocabulario, cambiemos nosotros para que mañana nadie se pregunte si la vida es justa o no, si le tenemos miedo a la muerte nunca vamos a aprovechar la vida, y si la vida también está en el recuerdo de los demás, seguramente si somos mejores personas vamos a tardar más en morir de lo que nuestros cuerpos lo hicieron. Vamos a dejar de estar en el mundo físico, pero en el mundo espiritual, o de la forma que prefieran llamarlo, vamos a seguir estando. La gente que dejamos no tiene que estar triste por habernos perdidos, sino que tendría que estar contenta por habernos tenido en sus vidas.

Yo estoy muy triste por toda la gente que perdí y sigo perdiendo, al principio pensaba que era porque me habían dejado, porque los había perdido para siempre, trate y sigo tratando de buscar excusas para justificar su partida, de convencerme de que todavía no los perdí, que todavía siguen conmigo. Todo esto solamente porque no quiero afrontar una realidad, porque no quiero asumir culpas, porque es más fácil echárselas a otro, echárselas a la muerte. La realidad es que uno esta triste cuando sus seres queridos mueren porque no pudieron aprovechar el tiempo, uno no valora lo que tiene hasta que lo pierde y es muy cierto. Yo no pude disfrutar de mis padres, porque pensé que los iba a tener para siempre, porque no cabe el concepto de muerte en mi cabeza, porque no entiendo porque pasan las cosas, porque no puedo concebir que algo se escape de mi control, de mi razonamiento. La culpa es del destino que así quiso que sucediera, de la suerte que me ataca, de la muerte que se ensaña con los buenos. La realidad es que la culpa es mía y es de ellos, no nos aprovechamos, no pasamos esos minutos que compartimos como si fueran los últimos, vivimos pensando que siempre vamos a estar cuando no es así. Pero sigo echándoles la culpa a los demás.

La culpa es enteramente mía, yo no aproveche a esa gente que ya no está, yo no supe vivir como se debe, yo deje que se fueran, yo los estoy dejando ir, yo les tire mi responsabilidad. Eso es mi tristeza, es mi egoísmo, la vida quizás no fue justa para ellos, pero ahora deben estar bien, y yo estoy mal. Mi vida no es justa, nunca lo va a ser, pero tengo que encontrar el consuelo de alguna manera, de que mi existencia sirva para algo, que sirva para alguien. De que cuando no esté me recuerden por lo bueno, que ustedes hagan la justicia que el destino no quiso que tenga. Hoy el ente conocido por Joel es la suma de lo bueno y de lo malo, de la alegría y las tristezas, pero cuando pase al recuerdo solamente se van a acordar de lo bueno o de lo malo. No importa que es lo que recuerden de mi, pero va a ser lo que yo deje, va a ser justicia, voy a vivir como les hubiese gustado que viva, voy a vivir en su felicidad, voy a ser parte de un ser feliz, al fin voy a ser feliz. Esa cosa que tanto me cuesta conseguir en vida la voy a conseguir en la muerte, va a haber justicia, los que me odian van a estar contentos de que me morí, y los que me quieren me van a recordar con cariño y alegría. Los últimos van a estar tristes, pero es el egoísmo el que habla, es lo mismo que me pasa a mí, y los entiendo. Por eso todavía no estoy listo para irme, porque no puedo dejar que la gente se sienta como yo, porque sé que es feo y no se lo deseo a nadie. Quizás ese sea el propósito de mi vida, estar ahí para los demás, ser un soporte, ser un ente llamado Joel que escucha a la gente cuando necesita descargarse, ser un ejemplo de fuerza cuando estoy débil, ser simplemente “mi amigo Joi”. Para mi yo no soy nada, pero para otro puedo ser algo y mientras sea así yo no puedo fallarle, voy a seguir estando.

Quizás todo lo que escribí es una boludez y se me caguen de risa, quizás yo me cague de risa de esto mañana, quizás mañana piense otra cosa, el cambio siempre esta, incondicional. Si quieren decir que pensaron de lo que leyeron escríbanlo que lo leeré, sino no lo hagan. Si quieren criticarme háganlo, si quieren elogiarme háganlo, esto ya no es mío, es suyo también, desde el momento que decidí teclearlo paso a ser propiedad de todos. Ahora saben como hoy me siento, no quiere decir que lo entiendan, pero lo saben. Gracias por leer.


La Vida es
una sucesión
de Asados