Carta abierta a los televidentes del saqueo



A raíz de lo que estamos viviendo en estos días quise, o mejor dicho sentí la responsabilidad, de escribir algunas palabras.
 

No nos confundamos, no estamos en el 2001, no venimos de una década de vaciamiento, no hay un Presidente que no gobierna sino que es el títere de las corporaciones. Pasamos 10 años de reconstrucción nacional, comenzamos la profundización de un nuevo modelo de país, más inclusivo, más justo, más democrático y más soberano.


Lo que hoy se ve por la tele, en algunos diarios, no es la realidad de una clase social vulnerada como lo fue a principios del milenio. Lo que hoy se ve es un estereotipo de la miseria, interpretado por los lumpens de aquellos que en el día de ayer llamaron a un Paro General al que los trabajadores no se adhirieron porque querían hacer lo que en los ’90 no podían, trabajar.
 

Hace  4 décadas atrás el poder económico utilizaba al partido militar para mantener sus privilegios a través de Golpes de Estados. Sin embargo, avanzamos (o me gustaría creer que avanzamos lo suficiente) y hoy ese Partido Militar no existe, es por eso que ahora estos Putschs se intentan lograr a través de, primero, el Partido Judicial y ahora a través del Partido Sindical. Lo que no tienen en cuenta, es que hoy el Estado, no es una institución de cotillón, hoy es una Institución fuerte que cuenta con el respaldo de un Pueblo que esta madurando en la democracia.
 

Lo que hoy vemos en la tele, no son saqueos, es un intento de Golpe de Estado, es el intento fallido de revivir el Golpe del ’89 y del ’01, y no nos confundamos, esto tiene nombre y apellido, este intento de golpe se llama Duhalde, Magneto, Moyano. Y quiero recalcar lo de “intento”, porque por más esfuerzo que le pongan, no lo van a lograr, porque atrás de Cristina estamos nosotros, los militantes, el pueblo, bancando cada decisión de gobierno, cada acto de soberanía, haciendo el aguante ante cada ataque del enemigo.
 

Como dije antes, quiero creer que maduramos como pueblo, que solo hay un grupo reducido de inmaduros y de ¿ingenuos?, no, esa no es la palabra, hijos de puta, sí, eso es más adecuado, hijos de puta que piensan que el pueblo es manipulable como hace 20 años y que no se dieron cuenta que ya no es así. No me interesa dejarles un mensaje a estos últimos, son mis enemigos, no quiero aconsejarlos, quiero verlos destruidos. Como dijo Evita, “sobre la ceniza de los traidores construiremos la Patria de los Humildes”, y así será, porque nuestra patria dejará de ser colonia o la bandera flameará sobre sus ruinas, permítanme volver a citar a la querida Eva.
 

Pero si me gustaría dejarles un mensaje a los otros, a los inmaduros. A mis “queridos” troskos, a los lumpens que sirven al poder económico. En su discurso en la Plaza de Mayo el 9D, Cristina, dio un mensaje a los militares (y a otros siervos de aquellos que ejercen el poder desde sombras), especialmente a aquellos que fueron y están siendo condenados por crímenes de lesa humanidad, les dijo que no se dejen manejar, porque cuando dejan de ser útiles, son ellos los que terminan atrás de las rejas, mientras que los autores intelectuales de esos crímenes están en libertad disfrutando del fruto de sus planes. Y quiero decirles lo mismo a ustedes, no se dejen manipular por falsos profetas de la Justicia Social y los derechos de los trabajadores, porque al final, solo van a seguir manteniendo los privilegios de clase de quienes durante años los explotaron.


Es cierto que Moyano en los ’90 represento la resistencia a las patronales, pero hoy representa las patronales. Ya no se lo ve discutiendo sobre la participación de los trabajadores en las utilidades de las empresas, no se lo ve pidiendo por el empleo en blanco. Hoy se lo ve junto con el Momo Venegas, cuyo gremio tiene el mayor porcentaje de empleados en negro, y en estado de esclavitud del país, se lo ve junto con la SRA, con Macri, reclamando por la suba del mínimo no imponible de ganancias, que es un reclamo justo, pero que afecta a una minoría de los trabajadores, ya mayoría se dio cuenta de esto, por eso es que no se adhieren a los paros convocados desde las oficinas de Magnetto, es hora de construir sindicatos a favor de los intereses del pueblo y no de sus intereses corporativos.

Por otro lado, aquellos que juegan a la revolución, aquellos que se quedaron con la idea de comunismo que se tenía en la Europa del siglo XIX, les quiero dar la bienvenida al nuevo mundo post 21-12-12. Se llaman a sí mismos revolucionarios, pero parece que no saben lo que es una revolución.  Tirar piedras, quemar trenes, protestar por todo, levantar banderas de sus caídos y después marchar junto con sus asesinos, oponerse por oponerse a cualquier propuesta del gobierno (aunque estén de acuerdo con ellas), asumirse representantes de un proletariado que no los reconoce como tales, la construcción de un Partido Obrero sin obreros y formado por hijos de la burguesía más rancia. Decir que el Peronismo le quita el ideal revolucionario al pueblo y que ellos son la punta de lanza que va a terminar con la sumisión popular de una vez y para siempre. Pero no entienden algo, las revoluciones no la hace una minoría que se asume como el mesías del proletariado, sino que las revoluciones las hacen los pueblos, y el pueblo argentino es Peronista, y que el Peronismo es Revolución. Y es Revolución porque se enfrentó, y se enfrenta a los poderes establecidos quitando privilegios y otorgando los derechos postergados.

El Kirchnerismo, o mejor dicho, la ola Latinoamericanista que encarnan Chavez, Correa, Evo, Lula, Cristina y todos nosotros, es la continuación histórica y la profundización de esta revolución, como dijo el compañero Correa, “Esta es la revolución de la alegría”. Me gustaría que comprendan eso, porque no dudo de sus buenas intenciones, pero parece que les falta madurar. No quiero creer que solo lo hacen para alimentar su ego adolescente y en un futuro, poder contarles a sus nietos que se enfrentaron a una dictadura, porque si llega a ser por eso que se comportan como se comportan, van a llevarse un chasco, el futuro no va a recordar a este gobierno como una dictadura, sino como el punto de inflexión en donde se comenzó a construir la nueva patria.

Es por eso que les pido a los que leen esto y no nos acompañan, reflexionen, todavía están a tiempo de ayudarnos a reconstruir el país, y a aquellos que vienen con nosotros, a mis compañeros, no aflojemos, porque si nosotros aflojamos nos van a pasar por arriba, tenemos que seguir demostrando que el 2000 nos encontró Unidos y Organizados.





 Nuestra patria dejara de ser colonia o la bandera flameará sobre sus ruinas.

                                                                              Eva Peron

¡Viva la Patria!


Hace unos minutos vi en el muro de mi Facebook que alguien puso en su estado que estaba leyendo y escribiendo sobre la pregunta ¿qué es la patria?, y automáticamente recordé el artículo en el que hablo sobre el ser nacional,  también se me vinieron a la mente frases como la de Fermín Salvochea “mi patria es el mundo, mi familia la humanidad y mi religión hacer el bien” o las definiciones más clásicas, como que la patria es el pedazo de tierra que te vio nacer  y te crio bajo sus costumbres y tradiciones, pero hubo otra cosa que me vino mas a la mente, un fragmento de los libros “Guía del Viajero Intergaláctico”, en esta historia una raza de extraterrestres crean una supercomputadora para preguntarle la pregunta máxima sobre la Vida, el Universo y todo lo demás, que luego de 7 mil millones de años puede ser contestada y cuya respuesta es 42, al enterarse de la respuesta los extraterrestres se enojan, a lo que la computadora contesta:
“Lo he comprobado con mucho cuidado -manifestó el ordenador-, y ésa es exactamente la respuesta. Para ser franco con vosotros, creo que el problema consiste en que nunca habéis sabido realmente cuál es la pregunta.”

“El problema consiste en que nunca habéis sabido realmente cuál es la pregunta”, exactamente eso es lo que se me vino a la mente después de leer la pregunta “¿qué es la patria?”, y por qué se me vino esto a la mente, es que me parece que no importa lo que sea la patria, esa no es la pregunta correcta que tenemos que hacernos, mejor, deberíamos preguntarnos “¿Qué queremos que sea la patria?”. La patria es lo que nosotros hacemos de ella, es por eso que tenemos que pensar a futuro y construir la mejor patria que podamos, no tenemos que guiarnos por definiciones impuestas por las hegemonías pasadas, porque no solamente fueron los próceres quienes la hicieron, sino los pueblos, un prócer solo es un accidente histórico que los poderosos de turno eligieron recordar, la historia está compuesta de millones de héroes anónimos que nadie recuerda, pero que sin ellos nada hubiese ocurrido.

Evita dijo “sobre las cenizas de los traidores construiremos la patria de los humildes”, el Che situaba la patria por encima de la Vida, el decía “Patria o Muerte”.  La patria como utopía, la patria como entelequia, es así como la veían y la ven los grandes revolucionarios. Pero son términos que denotan imposibilidad, pero la patria existe, en deseos, en anhelos, en los corazones de aquellos que se animan a ver un mundo mejor, revolucionarios o no, todos tenemos un concepto propio de patria, todos imaginamos un mundo perfecto, pero la perfección es un término subjetivo,  es por eso que no existe una sola perfección, tendríamos que ponernos todos de acuerdo, dejar de lado por un momento las ambiciones personalistas, el individualismo, aunque sea por un momento tenemos que tomar una actitud fraternal y solidaria, solo así construiremos una patria.

Como dije en un principio, no puedo definir a ciencia cierta qué es la Patria, pero permítanme decirles que si puedo decirles lo que me gustaría que sea, puedo decirles de que tipo de Patria me sentiría honrado de formar parte, por cuál Patria daría la vida, por qué Patria estoy luchando, cuál es la Patria que sueño. Los jacobinos iniciaron una revolución bajo el lema “Liberté, égalité, fraternité (Libertad, Igualdad, y Fraternidad)”, claro que desde su perspectiva burguesa, pero no viene al caso, mi Patria está fundada bajo los mismos preceptos. Solamente cuando todos seamos libres e iguales, cuando entendamos que somos hermanos hijos de las estrellas, que vivimos en una única casa y que esta no es más que un pedazo de piedra mojada flotando en el Infinito, cuando entendamos que nada material es para siempre, solo en ese momento habrá Justicia, y solo en ese momento habrá Patria.


Dirán que es imposible, que no todos somos iguales, pero se equivocan, no hablo de igualdad refiriéndome a que todos actuamos de la misma manera o nos gustan las mismas cosas, hablo de igualdad con respecto a que todos tenemos el derecho a ser lo que somos, ni mejores, ni peores, sin merecer nada sin habértelo ganado. Sí, somos todos distintos, pero eso es lo que nos hace iguales. Dirán que eso que nos hace distintos es lo que hace imposible que nos pongamos de acuerdo, pero como dije antes, si por un momento dejáramos de lado las ambiciones individualistas y pensáramos solidariamente, sería posible, muy difícil sí, pero imposible jamás.


No quiero fronteras, no quiero lo “mío” ni lo “tuyo”, quiero que todo sea nuestro, y así nada será de nadie, sino todo de todos. Ya nadie se sentirá orgulloso de un pedazo de tierra, sino de lo que la gente que la habita hace, ya no habrá superiores e inferiores, sino gente ayudándose solo porque sí. Esa es mi Patria,
 y no me gustaría que mis nietos me pregunten por ella y que yo tenga que responderles que no existe porque no me anime a luchar. Es por eso que si piensan que es una Utopía, un imposible, recuerden lo que dijo el Che, “Seamos realistas y hagamos lo imposible”.

Paré 5 minutos, salí a hacer algunas compras, pensé en frio sobre lo que escribí hasta recién, me di cuenta que lo hice con ímpetu juvenil, con esos bríos revolucionarios que todos tenemos o tuvieron a esta edad, quizá mañana me ría de lo que escribí hoy, quizá no, el tiempo dirá.


Sinceramente no sé qué es la patria, solo sé que no tiene nombres ni fronteras, tampoco sé que es lo que quiero que sea, pero solo sé que lo único que pretendo es que mi gente y su gente pueda ser feliz, cada uno viviendo su felicidad de la forma que más le guste, sin meterse con la felicidad de nadie más y sin necesitar de otros para ser felices, sólo eso. 



Patria es Humanidad
                                                           José Martí

Civilización y Barbarie

He vuelto a los ruedos, tenia ganas de escribir esto hace un par de semanas, pero por motivos varios no pude. Hoy les traigo la primer parte de todo el artículo, esta vez decidí volver al viejo formato en donde publicaba todo el texto en varias partes así resultaba mas llevadera la lectura. Lo que van a leer es una critica social, no una verdad absoluta, ni un canto libertario, es mi forma de ver las cosas, como siempre les digo, si quieren tomenlo, y si no, mala suerte.

Introduccion

Debo reconocer que estoy un poco enojado, pero más que enojado, decepcionado de mucha gente que creía que tenía la cabeza un poquito más abierta, y es por eso que decidí escribir este artículo en parte a modo de descarga, en parte a modo de “mataburros”. En anteriores oportunidades escribí sobre el problema que representa la pobreza en argentina en la nota “La puta que los Carrió” y de cómo funciona la distribución de la riqueza a través de los planes sociales en “Tengo un Plan”, pero al parecer no es suficiente el explicar cómo se generó la pobreza y que es lo que se está haciendo para reducirla. Quizá sobreestimé a la clase Media Argentina. Últimamente estoy notando conductas típicas de la clase alta, que como todos sabemos siempre fue snobista y clasista, entre personas que no pertenecen a este estrato social. El gran logro de los poderes económicos y políticos golpistas argentinos no fue llenarse de guita los bolsillos, no fue conseguir poder, sino fue hacer que la clase media pierda su conciencia de clase y dejar a las clases bajas sin espíritu de lucha, en otras palabras, hicieron que los pobres se resignaran a ser pobres e ilusionaron a las “familias tipo” con la idea de que podrían pertenecer al elevado circulo que toma café en las cañitas, siempre y cuando dejen de lado a los “negros”.

“Tilingos” diría el gran maestro Arturo Jauretche, y ya que estamos, si se me permite, voy a evocarlo en este texto. Don Arturo ya había notado este fenómeno racista y clasista infundado y logro identificarlo en la Zoncera Madre (Manual de Zonceras Argentinas, 1968), “Civilización y Barbarie”. Para aquellos que no tuvieron el placer de leer esta obra, les explico un poco. Una Zoncera es una falacia, una mentira, un engaño, es un pensamiento “popular” generado por vaya saber quién (o en algunos casos sabemos quienes, el poder establecido) que parece lógico, que parece cierto, pero que en realidad no lo es. Una Zoncera es lo que nos hicieron creer durante años, que repetimos sin pensar y que tomamos por cierto, pero en el momento que nos podemos a reflexionar unos minutos, a revisar la historia, a ver la realidad nos damos cuenta que compramos un buzón, que somos unos zonzos repitiendo zonceras.

La Madre que las parió a todas es la de “Civilización y Barbarie”, la cual toma su nombre de una de las obras de Domingo Faustino Sarmiento, si, el supuesto Padre del Aula, el alumno perfecto, un gran prócer argentino, otra gran zoncera, la historia oficial, pero no será analizada en esta ocasión ya que no viene al caso, pero en algún momento, en otro artículo lo haré. Desentrañando esta zoncera Don Arturo muestra como se le hizo creer al pueblo argentino, especialmente al porteño, que el país está dividido en dos “especies”, los civilizados representantes de la cultura europea y los barbaros representantes de los incultos autóctonos. Esta división únicamente responde a una cuestión ideológica y racial. Los negros, los mulatos, los mestizos, los aborígenes, los gauchos, no son más que mulas de trabajo, no piensan, no sienten, no producen arte, no tienen habilidad para los negocios; son los europeos, blancos, burgueses, católicos educados aquellos que tienen la llave del progreso, ¡bah! Ellos tienen el capital, ellos tienen la plata, ellos deciden.

Esto de que lo Europeo es bueno y lo propio es malo, es una herencia colonialista española, los blancos siempre gobernaron estas tierras, hubo poco mestizaje en comparación con el resto de América Latina, el mestizaje era algo MUY mal visto, había que mantener pura la raza. Se construyo una Nueva Europa con sede en Buenos Aires, si prestan atención, no hay mucha diferencia entre las ciudades europeas y la capital de nuestro país. Hasta en la Constitución se impulsaba a traer europeos para poblar el país (Art. 25.- El Gobierno federal fomentará la inmigración europea; y no podrá restringir, limitar ni gravar con impuesto alguno la entrada en el territorio argentino de los extranjeros que traigan por objeto labrar la tierra, mejorar las industrias, e introducir y enseñar las ciencias y las artes.) y no se hacía esto porque faltara gente para trabajar o para poblar, sino porque lo que se quería eran blancos europeos, (lo repito hasta el hartazgo para que vean donde está el origen de la discriminación) tranquilamente podrían haber promovido las migraciones internas dentro de Latinoamérica, hasta hubiese sido más barato y rápido, pero no, el racismo puede más.

Resumiendo un poco, y para ir cerrando esta introducción, Argentina es un país que quiso ser la Europa del Atlántico Sur, tenemos un idioma europeo, arquitectura europea, religión europea, educación europea, pero no somos Europa, nunca vamos a ser Europa y Europa nunca nos va a aceptar como Europeos. ¡Somos Latinoamericanos! Deberíamos estar honrados de eso, somos de una tierra rica en culturas, en ciencias, en sabores, en aromas, en gentes, en historias, en filosofías. No tenemos que ser un país que quiere imitar a Europa, hay que darse cuenta que Europa debería imitarnos a nosotros.

Acá es cuando empieza la zoncera a la que quiero dedicarme, seguramente muchos de los que leen esto (aunque se que mis lectores “fieles” no piensan así, pero se lo harán leer a otros que sí) estarán diciendo con el ceño fruncido “¿Por qué Europa querría ser un montón de mierda llena de negros vividores que no quieren trabajar?”. Esa visión utópica que tiene el porteño tilingo de la Uropa, que es la panacea donde todos son cordiales, educados, trabajadores, sanos y con un buen pasar. Nada más alejado de la realidad, solo hace falta ver las noticias para ver como es la situación actual. Para hacer un poco de historia, la crisis del ’30 sumió a los países europeos en una pobreza muy pocas veces vista, la gente comía ratas para sobrevivir, el dinero no valía ni el papel donde se imprimía, eso genero movimientos nacionalistas (nazismo y fascismo) que comenzaron guerras que destruyeron el continente, ahora, no solo había pobreza, sino que faltaban hombres que trabajen y techos donde vivir, pero ayuda del Tio Sam mediante, pudieron resurgir en un veranito económico, que duro hasta estos tiempos. Lo que no se contó es que todo era un castillo de cartas el cual se iba a desmoronar con el primer vientito que pasara por ahí, y se desmoronó. Gracias a las especulaciones financieras, fondos buitres (y un golpe económico hacia el Euro por parte de la Reserva Federal Norteamericana), son muy pocos los países que no se ven al borde del default con millones de desempleados, todos los días la gente es desalojada de sus casas, otra vez hay movimientos nacionalistas levantándose en contra de inmigrantes, y otra vez hay nativos escapando a hacerse la América porque no hay futuro en su tierra natal. ¿De verdad queremos esto?, ¿De verdad queremos una identidad prestada que nos lleve a repetidas crisis y malestares?, ¿No será mejor amigarnos con nuestra gente, con la cultura originaria? No voy a expandirme en esto, porque ya hable en un posteo pasado sobre lo que es el ser nacional y porque deberíamos amigarnos con él en la nota “El Ser Nacional”.

Hasta aquí la primer parte, espero que les haga reflexionar un poco, así en la segunda van a poder estar un poco más avispados para poder sacar sus propias conclusiones.



Les he dicho todo esto

pero pienso que pa’ nada

porque a la gente azonzada

no la curan con consejos

cuando se muere el zonzo viejo

Queda la zonza preñada


Arturo Jauretche